La Comisión de Obras del Concejo Deliberante decidió frenar el tratamiento de los expedientes que establecen excepciones al Código de Ordenamiento Territorial para la industria de la construcción en el distrito de General Pueyrredon.
En ese contexto, la comisión que preside Angélica González el próximo martes, al igual que esta semana, no tiene en el orden del día ninguna iniciativa para avanzar en la construcción de edificios en la ciudad por la vía de la herramienta de la excepción. “Hay dos o tres expedientes importantes dando vueltas, pero es imposible avanzar en este contexto”, coincidieron los concejales de distintas bancas que fueron consultados.
La decisión de los ediles se da en el marco de un generalizado repudio a la torre de 35 pisos que se planea construir en una manzana histórica de Mar del Plata y que gana cada vez más adeptos entre intelectuales y reconocidas figuras argentinas.
Por su parte, también desde el Ejecutivo mostraron su preocupación por el escándalo de la torre de Miconi. «Estamos preocupados. El tema pegó fuerte en los medios nacionales y en las redes sociales. Nuestra principal prioridad es la Mar del Plata del Sí», remarcaron fuentes del gobierno comunal. Una preocupación que estalla a pocos días de entrar en un nuevo año electoral, donde se menciona al Secretario de Desarrollo Local, Inversiones e Integración Público Privada, Fernando Muro, como posible candidato para encabezar la lista de concejales del intendente Guillermo Montenegro.
MÁS CUESTIONAMIENTOS A LA TORRE DE MICONI
A las duras críticas del filósofo y ensayista Santiago Kovadloff y del constitucionalista Daniel Sabsay, que tildó al proyecto de Miconi de “monstruoso”, se sumaron los reparos del historiador Ricardo Pigna, del psicoanalista y escritor Gabriel Rolón y de una lista de agrupaciones y de reconocidos nombres del urbanismo y patrimonialismo argentino, como los arquitectos Eduardo Reese, Mariana Quiroga y Alfredo Garay.
“Que no se permita esta aberración”, pidió Rolón, que afirmó, a la vez, estar convencido de que “el poder del dinero no puede avasallar la calidad de vida de los habitantes de una ciudad”. “El negocio de unos pocos no debe llevarse por delante el patrimonio paisajístico y ambiental que hace de esta una ciudad única por ese espacio urbano a escala humana que la constituye”, escribió el psicólogo, que, a pesar de no haber nacido ni residido en Mar del Plata, señaló sentirse marplatense, al igual que “los millones de argentinos que también la sienten suya”.
Pigna también expresó su rechazo de la construcción de esta torre de 120 metros de altura que, de llevarse adelante, sería erigida en una zona donde la altura máxima permitida por el Código Urbanístico es de siete metros.
El historiador habló sobre los ánimos enardecidos de los marplatenses en torno a la construcción de esta torre, y enfatizó que el repudio vecinal trasciende las ideologías políticas. “No es para menos si consideramos que, en un distrito en el que solo se permiten siete metros de altura, proyectan construir 125. Está a metros del litoral costero en la zona de Varese y su impacto ambiental, con conos de sombra y saturación de servicios, no haría otra cosa que concretar la destrucción del paisaje de una ciudad instalada en el corazón de todos los argentinos”, enfatizó el director de la revista Caras y Caretas, según se reflejó en el diario La Nación.
De concretarse, la torre de 35 pisos se emplazaría en las cercanías de Playa Chica, en la residencial bahía Varese, más precisamente en la manzana delimitada por las calles Alem, Falucho, Aristóbulo del Valle y Gascón, a menos de una cuadra de distancia del Boulevard Marítimo.
La mayoría de las personalidades que criticaron la construcción de esta torre aclararon no estar en contra del desarrollo edilicio de la ciudad balnearia, a la vez que destacaron que esta no debe hacerse a expensas del valor patrimonial del lugar. Y es que la manzana donde se planea construir el edificio hoy alberga ocho propiedades, entre las cuales hay por lo menos tres que rondan los cien años de antigüedad. La mayoría serían demolidas. El proyecto, en total, ocuparía el 80% de la manzana.
“El desarrollo y crecimiento de una ciudad no puede hacerse a expensas de lo que debemos cuidar como un derecho del conjunto social y aún de quienes todavía no nacieron. En un territorio generoso en espacio, hay muchas maneras de planificar estratégicamente un desarrollo. Espero que prime la sensatez y no se permita erigir esa aberración”, sumó Rolón.
El proyecto es de la firma Fiduciaria Paisajes Urbanos, liderada por la actual presidenta del Centro de Constructores y Anexos de Mar del Plata, Florencia Miconi. El diseño es del estudio Mariani-Pérez Maraviglia-Cañadas, y la ejecución, en tanto, está a cargo de la empresa Imasa.
Dentro del terreno donde se construiría la torre, en Gascón 101, se encuentra el chalet María Frers de Mahn, de estilo pintoresquista español. La casa, una de las construcciones pioneras de la zona, fue construida a comienzos del siglo XX y hoy es bien de interés patrimonial de la ciudad marplatense. También se encuentran en el predio un conjunto de casonas de un estilo similar, diseñadas por el ingeniero Alula Baldassarini en 1938. Son consideradas “con valor patrimonial” pero “sin declaratoria”.
“Nos oponemos no al progreso sino a la barbarie”, escribió Kovadloff, luego de sumar su firma a la campaña de Change.org en repudio a la construcción de la torre. “No es este un proyecto de construcción sino de destrucción –enfatizó el filósofo en su descargo–. Llegar tan alto para caer tan bajo solo puede interesar a quienes ven en el contexto un pretexto para lucrar a cualquier precio”.
Sabsay también dio su opinión sobre el proyecto. “No se trata de impedir el desarrollo. Se trata simplemente de defender lo que es el valor patrimonial que, además, hace a un muy buen desarrollo del turismo, que es la principal fuente de ingresos para la ciudad”, enfatizó el profesor titular y director del posgrado en Derecho Constitucional en la Universidad Nacional de Buenos Aires. “Realmente nos cuesta entender cuál es el sentido de destruir absolutamente el patrimonio edilicio de la ciudad”, siguió el abogado.
También se sumaron al reclamo el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Martilleros, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio.
INFORMACIÓN CON MATERIAL DEL DIARIO LA NACIÓN