La Justicia laboral condenó al Club Once Unidos de Mar del Plata a indemnizar a un trabajador que inició sus labores en 2000 y que nunca estuvo registrado con una suma de casi 91 millones de pesos.
Se trata de una reciente sentencia rubricada por el Tribunal del Trabajo 2 del Departamento Judicial de Mar del Plata, integrado por Graciela Eleonora Slavin, Stella Maris Moscuzza y Natalia Andrea Gómez en los autos caratulados: “Negri Pablo Diego c/ club Atlético Once Unidos s/ despido”, en el marco del expediente Nro. 72.188.
RELACIÓN LABORAL EN LA CLANDESTINIDAD E IRREGULARIDAD DURANTE 23 AÑOS
Según se refleja en la documentación, Pablo Negri ingresó a trabajar al Club Atlético Once Unidos el 1 de marzo de 2000, en la categoría profesional de “profesor, Instructor y Entrenador de Natación” y con posterioridad también como “Profesor de Gimnasia Funcional”.
Fue contactado, por la entidad a través del encargado de actividades deportivas, quien le hizo el ofrecimiento de incorporarse al club, para encargarse del aprendizaje de los socios alumnos que iban al nuevo natatorio inaugurado por aquellos años. Fue contratado porque se necesitaba entrenadores jóvenes y que estuvieran cursando la carrera de guardavidas en Mar del Plata. Durante todo el tiempo laboral estuvo realizando diferentes jornadas, las cuales fueron variando por decisión unilateral del club, se remarca en la sentencia.
Estos cambios, que eran cuestionados en forma personal y verbal por Negri, y eran obedecidos porque de lo contrario podría perder el trabajo. A pesar de esos cambios de jornadas, el trabajador consiguió un reconocimiento salarial, esto es que no le reducían en demasía el salario.
Es decir, le reducían la carga horaria, reduciendo el salario mensual que cobraba pero esta reducción era por encima de su jornada. Esto se daba por la calidad, capacidad y profesionalismo en la labor que realizaba Negri, se refleja en el expediente judicial.
Desde su ingreso en marzo de 2000 comenzó trabajando de lunes a viernes de 8 a 11 y de 17 a 21 , por ende 7 horas por día, 35 semanales. Mientras desarrollaba esta jornada su trabajo consistía en entrenar al equipo de natación competitivo del club, formaba, y era pilar único de la natación infanto-juvenil de la natación; ejerció la preparación física de tenistas en el período 2003 / 2004, y se encargaba de realizar la gimnasia funcional propiamente dicha.
Durante esta época percibía una remuneración mensual habitual y fija equivalente a lo establecido en la escala salarial. Esta jornada descripta fue realizada hasta fin del año 2014, fecha en que por decisión unilateral del club, decidieron bajarle las horas de trabajo.
Este cambio fue justificado al reconocer la experiencia, conocimiento y profesionalidad con la que trabajaba y de esta manera poder explotar mayor cantidad de alumnos, porque se agrupaban a los alumnos que seguían al actor como profesor en algunos horarios y no dispersos en varios días y horas.
De esta manera otros profesores utilizaban el resto de los horarios dejados por el Negri y de esta manera se generaba mayores ingresos de alumnos y por ende, de cuotas al club.
Optaron por asignarles tres días por semana para que se encargue específicamente de los grupos de natación y funcional e incorporar a otros profesores en las demás funciones. Sin embargo, la remuneración no fue la misma, se le redujo y se le comenzó a pagar, adicionalmente, un porcentaje por los alumnos que iba a entrenar.
Bien es sabido que la remuneración por tener carácter alimentario para el trabajador y ser, además, intangible e irrenunciable, no puede ser alterada en perjuicio del operario, por el solo arbitrio de la patronal y sin la conformidad del empleado por más que en forma unilateral se decidiera reducción de la jornada laboral del actor.
SOS MONOTRIBUTISTA, O TE VAS…
Aunque, el club lo decidió unilateralmente y al trabajador no le quedó otra opción que aceptarlo para poder continuar trabajando. Con el tiempo y la cantidad de alumnos que poseía Negri le vino bien el cambio salarial, porque cobraba un garantizado y un adicional por alumnos, los cuales mensualmente iban creciendo.
“Es de mencionar que la forma que le pagaban por su trabajo fue en negro hasta el año 2010, hasta que lo obligaron a registrarse como monotributista. Lo obligaron porque específicamente le informaron que si no se inscribía como monotributista no iba a seguir trabajando en el club, que no había alternativa, es decir que iba ser despedido de no hacerlo”, remarcaron fuentes judiciales.
Esta inscripción obligada al monotributo era una pantalla de una relación laboral que vinculaba a las partes pero el trabajador nunca estuvo de acuerdo con esa circunstancia, pero necesitaba trabajar para poder mantener a su familia, estaba obligado a aceptar tal situación, toda vez que tenía suma necesidad, con hijos pequeños, y por ende debía mantener la fuente de trabajo. Por consiguiente, no le quedó otra opción que continuar trabajando de esta forma, destacaron las fuentes consultadas. En ese sentido, “la relación laboral continuó en la clandestinidad e irregularidad hasta marzo del año 2023”, destacaron las mismas fuentes.
En el expediente judicial, quedó claro que el objetivo del club había cambiado y con esos cambios pretendían que trabajador renuncie y se fuera en forma voluntaria del trabajo porque al modificarle la forma de percibir el sueldo y en tan pocos días de trabajo, indirectamente consideraban que el trabajador no iba a continuar porque la remuneración mensual seguramente iba a ser inferior.
Pero muy por el contrario, todo resultó muy diferente a lo pretendido por el club porque los asociados/alumnos querían a Negri como entrenador de natación y funcional y en los horarios que él trabajaba. Es de esa forma que en esos horarios se congregaban la mayoría de los alumnos.
“Se puede observar que al finalizar la relación laboral el actor tenía un grupo de nadadores de aproximadamente 120 en el horario que laboraba. Debido a la gran afluencia de alumnos en sus horarios laborales, Negri recibía un salario mensual superior al de la escala salarial en comparación con las horas trabajadas”, agregaron las fuentes.
Y explicaron que el trabajador “percibía la remuneración de manera mensual a mes vencido. Luego de percibir la remuneración la cual le era depositada en la cuenta sueldo que la Institución le abrió en los distintos bancos que operaba, el actor era obligado a realizar la facturación sino le retenían el salario del mes siguiente”.
SIGA, SIGA, EL NEGREO
En relación a la jornada laboral descripta anteriormente continuó hasta la pandemia, en donde en esa época fue obligado a realizar clases de funcional de manera virtual para que los socios continúen pagando la cuota y así poder pagarle a él la remuneración.
Luego de la pandemia del COVID-19 la jornada del actor fueron los días martes y jueves de 18 a 21, y los sábados de 17 a 18 . Semanalmente trabajaba 7 pero por la cantidad de alumnos que poseía y al pagarle en forma fija más comisión, el actor percibía una remuneración mensual, normal y habitual de $ 165.000.
En conclusión, en principio la relación laboral se desenvolvió en un marco de absoluta irregularidad, ya que el trabajador no fue registrado.
Luego, ante los reiterados reclamos verbales de regularización laboral, la respuesta del club Once Unidos fue que se inscribiera en el monotributo y de esa forma le iban a depositar el “sueldo”. Prueba de ello fue que la entidad deportiva le abrió a Negri una “cuenta bancaria sueldo”, primero en el Banco Santander Rio hasta el año 2022 y luego en el Banco Supervielle, donde todos los meses le depositaban el sueldo pactado.
En cuanto a la relación laboral, resulta ser que el club requirió los servicios de un trabajador, siendo indiferente que quién lo haga sea una persona física conjunto de ellas, o jurídica.
Negri cumplió su función de empleador, sometida a las directivas e instrucciones que eran impartidas por el coordinador del Natatorio que recibía instrucciones del Presidente de la Comisión Directiva de la Institución.
Además, trabajaba bajo la dependencia y dirección del club, cumplía horarios y recibía órdenes, tal como surge del intercambio epistolar entre el trabajador y la entidad deportiva que preside el titular del bloque de concejales de Acción Marplatense, Horacio Taccone.
Desde el 2000, Negri fue el profesor de natación por excelencia, debido que inició su trabajo prácticamente con la inauguración del natatorio de Once Unidos.
EL PEOR FINAL
Cabe mencionar que desde el 2014 en adelante aproximadamente, Negri no solo trabajó para el club sino también fue empleado en otros lugares, cuestión que nunca impidió realizar su jornada laboral descripta en forma correcta. Estos pluriempleos fueron realizados en distintos períodos de horarios y en nada interfiere a la presente demanda.
En el natatorio del club, no solo ejercía funciones él solo, sino que había otros profesores y muchos de ellos fueron alumnos del trabajador durante todos los 23 años trabajados para la Institución.
“Siempre cumplió sus funciones con total corrección y desempeño, no siendo pasible de sanciones ni apercibimientos por parte del empleador de ningún tipo. Diferente fue la conducta del club, el cual no registró correctamente la relación laboral y no cumplió conforme lo establece la legislación con los aportes previsionales, ART y de obra social, ni entregaban los recibos de ley en la forma real en que existía la relación laboral, etc. La no registración laboral se extendió durante 23 años de la relación”, sentenciaron las fuentes consultadas.
(CONTINUARÁ)