El avance de una iniciativa que habilitó la apertura de una destilería de gin y un bar en terreno lindante al Faro de la Memoria en Mar del Plata provocó la reacción de los organismos de defensa de los derechos humanos y otros sectores políticos en las últimas semanas.
El expediente por el cual se le otorgó el uso comercial del terreno a la sociedad de fomento del barrio Faro Norte para cederlo a una empresa, contó con los votos positivos de los bloques de Vamos Juntos, la UCR, la Coalición Cívica y Libertad Avanza, mientras que Unión por la Patria, Acción Marplatense y el Frente Renovador se opusieron.
A pesar de las duras críticas de los organismos de derechos humanos y el kirchnerismo contra la instalación una destilería de gin en ese espacio de la costa marplatense, el senador provincial de Unión por la Patria, Pablo Obeid, presentó un proyecto para establecer la promoción, difusión, protección y fomento de la producción artesanal de Bebidas Espirituosas en la Provincia de Buenos Aires.
En los fundamentos del proyecto, se indica que “el sector de Bebidas Espirituosas Artesanales ha cobrado en los últimos años una gran relevancia a nivel nacional, siendo la Provincia de Buenos Aires el territorio donde se encuentra radicado aproximadamente el 90% del volumen de producción con respecto al total del país».
Además, se explica que “se considera como bebidas espirituosas a aquellas bebidas alcohólicas destinada al consumo humano, con caracteres organolépticos especiales, con una graduación mínima de 15% alcohol, y que se obtienen por procesos de destilación, en presencia o no de aromas, de productos naturales fermentados, o por maceración de sustancias vegetales, con adición o no de aromas, azúcares, otros edulcorantes, u otros productos agrícolas”.
A su vez, se puntualiza que “en los últimos años y especialmente luego de la pandemia, fueron muchos los emprendedores que iniciaron su formación en procesos de destilación para poder incursionar en la producción de Gin, imponiendo su propia impronta a partir de aromas, especies y sabores característicos”.
Y se recalca que “en este contexto, la Provincia de Buenos Aires se ha transformado en referente del sector a nivel nacional, ya que de 450 marcas de gin identificadas en el país, el 95% se encuentran instaladas en la Provincia. Ciudades como Tandil, La Plata y Mar del Plata se han convertido en sede de importantes marcas, y en sus unidades productivas se desarrollan diferentes variedades de destilados que se comercializan en todo el territorio nacional y que están comenzando a exportarse a Europa».
«En necesario destacar, que la producción de este tipo de bebidas se encuentra impulsada por pequeños y medianos emprendimientos, que llevan a adelante el proceso de destilación de manera artesanal contando para ello con el soporte de equipos y tecnologías de origen nacional, llegando a producir 16.000 litros por mes, siendo además una importante fuente de empleo”, se añade.
Además, Obeid recalca que “tal como la definición lo establece el proceso artesanal de producción de este tipo de bebidas no puede prescindir del trabajo manual, por lo que resulta ser una importante fuente de empleo en sus distintas etapas, en lo que refiere al proceso de elaboración donde se emplea personal capacitado para llevar adelante el destilado, aquellos que se encargan de la incorporación de aromas a partir de diferentes procesos de macerado y quienes se encaran del envasado y distribución del producto, entre otros, lo que representa en la actualidad a más de 30.000 familias que se incorporan dentro del mercado formal de trabajo. A ello se le debe sumar, el hecho de que muchas de las destilerías cuentan con salón abierto al público donde ofrecen sus productos con expendio de comida, resultando una gran fuente de trabajo para la comunidad gastronómica local”.
“También se insta a los Municipios a realizar acciones tendientes al desarrollo de las industrias, haciendo foco principalmente en la injerencia que tienen las mismas en las habilitaciones, autorizaciones y el fomento de las industrias locales. Resulta fundamental fomentar el desarrollo de las industrias incipientes de la Provincia de Buenos Aires y crear un marco regulatorio a fin de que la actividad se desarrolle en un marco de legalidad y en cumplimiento de los estándares necesarios para ser competitivos tanto en el mercado local como internacional”, finaliza el texto.